La oración contestada de mi madre
Después de darme a luz, mi madre sufrió el síndrome posparto y sintió que no podía seguir viviendo. Sin embargo, al verme, sintió una profunda compasión y rezó a Dios, pidiéndole que alargara su vida, no por su bien, sino por el mío, igual que había alargado la vida del rey Ezequías 15 años. Dios respondió a su oración, y hasta que cumplí los 15 años, me crié bajo su inquebrantable fe en Dios, con un fuerte énfasis en la honestidad.