Respiración espiritual
Para que nuestra adoración sea aceptable para Dios, primero debemos amar, agradecer y servir a nuestros hermanos y hermanas. Cuando adoremos a Dios con tal corazón, Él recibirá nuestra adoración y derramará su gracia sobre nosotros. Esta gracia es el Espíritu Santo, que nos permite respirar espiritualmente. La respiración espiritual implica inhalar el Espíritu y exhalar el espíritu del mundo. Un espíritu vivo respira continuamente, y esta respiración es la evidencia natural de estar espiritualmente vivo. No es algo que consigamos con esfuerzo, sino un fenómeno natural para los que han nacido de nuevo.